Si algo que da miedo a los usuarios de lavavajillas es abrir la puerta para sacar los cacharros limpios y encontrarse con toda el agua sucia del ciclo estancada o, si el problema es grave, un charco debajo del electrodoméstico.
¿Qué puedo hacer si mi lavavajillas no desagua? Tranquilo, en este post te explicamos cuáles son las causas más comunes y cómo ponerles solución.
El lavavajillas es uno de los inventos del siglo: no solo nos quita todo el trabajo de fregar los platos después de cada comida, sino que además… ¡es ecológico! Si con el lavado manual se gastan alrededor de 8 litros de agua por minuto (echa cuentas…), cualquier lavaplatos moderno gasta entre 8 y 10 litros de agua en el ciclo completo.
Sin embargo, y pese a su trascendencia, muchas veces no le damos la importancia y los mimos que merece y claro, surgen averías. ¿Alguna vez te has encontrado el agua del ciclo estancada? Sigue leyendo para saber cómo enfrentarte a esa desagradable circunstancia si un día te ocurre.
Manguera del desagüe doblada
Es el problema más común y más fácil de solucionar, pero muchas veces con el agobio del momento se nos olvida comprobar las cosas básicas. Lo primero que tienes que revisar es la manguera del desagüe: retira el lavavajillas y comprueba que no está doblada ni aplastada (si no sabes identificarla, es el tubo más grueso que sale del lavavajillas hacia la pared).
Si hace poco has limpiado por detrás del lavavajillas o lo has movido por algún motivo, no es infrecuente que la manguera se haya quedado en una mala postura. En este caso, lo único que tienes que hacer es deshacer el doblez y ayudarla a recuperar su posición natural suavemente (sin forzar en exceso, para evitar romperla).
A continuación, inicia un lavado y, cuando el lavavajillas esté lleno de agua, resetéalo (busca en el manual de instrucciones del aparato cómo hacerlo). ¿Se ha solucionado el problema? Si el lavavajillas continúa sin desaguar, sigue leyendo, te proponemos otras posibles causas y soluciones.

Posible obstrucción de tuberías o manguera
Si la manguera ya está colocada pero el agua continúa sin salir con normalidad, es posible que el problema esté en su interior, es decir, que haya una obstrucción o atasco que impidan que cumpla con su función de desaguar, posiblemente provocada por restos de comida o detergente. ¿Cómo comprobarlo?
Desconecta con cuidado la manguera de la pared o de la conexión a la tubería y deja el extremo de la misma reposando en un cubo; a continuación, resetea de nuevo el lavavajillas para que anule el programa iniciado y suelte el agua acumulada. ¿Fluye el agua?
Si el lavavajillas desagua, con toda probabilidad el problema está en las tuberías de la cocina: deberás llamar a un fontanero para que le eche un vistazo y solucione el problema.
¿Sigue sin desaguar? Vamos a echar un vistazo a la bomba.
Obstrucción en la bomba o el filtro
La bomba es la pieza encargada, precisamente, de sacar el agua del lavavajillas después del lavado, mientras que el filtro es la pieza cilíndrica instalada en el fondo del electrodoméstico que impide que la suciedad de los platos pase al interior del mismo.
Si no lo limpias con la frecuencia adecuada, una acumulación de suciedad en el filtro puede trabar la hélice de la bomba, impidiendo que esta funcione con normalidad. ¿Una pista? Si no escuchas el sonido que hace al arrancar el lavavajillas, al inicio del ciclo, lo más probable es que no esté funcionando correctamente.
¿Soluciones? Una fácil y barata y otra un poco más complicada.
¿Cómo limpiar el filtro del lavavajillas?
Aunque muchas personas no tienen ni idea, no hay que esperar a una avería para sacar y limpiar el filtro del lavavajillas, si no que es algo que se debería hacer de vez en cuando, como parte del mantenimiento del mismo para asegurarnos su buen funcionamiento. ¿Cómo hacerlo?

- Retira el filtro: habitualmente sale desenroscando y la propia pieza te indica hacia donde tienes que girar. En caso de dudas, consulta el manual de instrucciones del lavavajillas.
- Una vez que lo hayas sacado, lávalo concienzudamente debajo del grifo hasta eliminar toda la suciedad.
- ¿No consigues que quede bien del todo? Puedes usar un cepillo suave para eliminar restos pegados, vinagre de limpieza o bicarbonato.
- Aclara el filtro cuidadosamente y déjalo secar.
- Antes de volver a acoplar el filtro, limpia con un paño o bayeta la zona, para asegurarte de que todo el sistema está en perfecto estado.
Revisa si la bomba está bloqueada
Antes de volver a colocar el filtro, saca la tapa de la bomba de desagüe, para comprobar si hay algún cuerpo extraño (como acumulaciones de comida o cristales) que esté impidiendo su funcionamiento. Te recomendamos que consultes en el manual de tu lavavajillas cómo extraerla, aunque habitualmente es muy sencillo y podrás hacerlo con ayuda de una cuchara o un destornillador. ¡Recuerda utilizar guantes para proteger tus manos!
Una vez extraída, procede de igual forma que con el filtro: comprueba que no hay nada que esté impidiendo su correcto funcionamiento. Si observas que la pieza está en mal estado, la solución más práctica es contactar con el servicio técnico para que la sustituya por una nueva, ya que una vez que comienza a dar problemas, los seguirá dando en el futuro por mucho que la limpies o engrases.
Avería del módulo eléctrico
Si la bomba no arranca y ya has comprobado que no existe ninguna obstrucción o problema aparente que se lo impida, es muy posible que exista una avería en el módulo eléctrico que impida que le llegue la corriente necesaria para funcionar correctamente.

En este caso, aunque si eres un poco manitas con la electricidad, puedes comprobar la avería con ayuda de un tester o multímetro, nuestra recomendación es que contactes directamente con el servicio técnico de la marca, que te ayudarán a descubrir la avería y te propondrán la mejor solución.
Averías en la correa
En algunos modelos de lavavajillas, la bomba de desagüe se acciona por medio de unas correas, que también son susceptibles de sufrir averías. Si la bomba de tu lavavajillas funciona con correas, no está de más que las revises, ya que podrían estar defectuosas o haberse movido de su posición. En ambos casos, lo mejor es sustituirlas por otras.
¿Cómo prevenir posibles problemas a la hora de desaguar?
Una vez solucionado el problema, seguro que te estás preguntando, ¿qué puedo hacer para que esto no me pase más? Pues bien, no podemos asegurarte al 100% que tu lavavajillas no vuelva a tener un problema de desagüe, pero sí que podemos darte algunos consejos para prevenir este tipo de averías en la medida de lo posible:
Sigue nuestros consejos y notarás la diferencia.
- Retira los restos sólidos de comida de los platos antes de meterlos al lavavajillas. Así evitarás que se acumulen en el filtro, la bomba o la manguera del desagüe.
- Limpia el filtro periódicamente. Ahora que ya sabes lo sencillo que es sacarlo, programa su limpieza de forma periódica, para evitar que se acumulen restos de comida, jabón u otras impurezas que acaben por provocar un problema.
- Coloca bien platos, vasos, cubiertos y menaje del hogar: además de hacer lavados más eficientes, te asegurarás de que ninguna de las piezas del lavavajillas esté forzada o se golpee durante el ciclo pudiendo resultar dañada.
- Utiliza un detergente de lavavajillas de calidad y en la cantidad adecuada: los jabones de mala calidad, además de dejar tus platos sucios, pueden generar un exceso de residuo que se acumule en el filtro o el desagüe. Lo mismo ocurre si hay un exceso de producto.
¿Qué lavavajillas comprar?
Vale, me habéis convencido: necesito un lavavajillas moderno y eficiente, para cuidarlo bien desde el principio y que me dure como nuevo muchos años. ¿En qué tengo que fijarme?
- Tamaño y capacidad. Aquí entran en juego dos variables: el espacio disponible en tu cocina y el número de integrantes de la familia. Los dos tamaños más habituales son 45 centímetros de ancho, con capacidad para entre 8 y 10 cubiertos, y 60 centímetros de ancho (tamaño estándar), algunos de los cuales pueden acoger hasta 14 servicios.
- ¿Exento o integrable? Las funcionalidades de unos y otros son exactamente iguales, por lo que se trata de una decisión basada en el diseño: si prefieres que la parte inferior de tu cocina sea homogénea y siga un mismo diseño, apuesta por un lavavajillas panelable, que quedará completamente integrado con el resto de muebles.
- Consumo: al precio que está la electricidad y con uso que le damos al lavavajillas, apostar por un modelo A+++ es casi, casi, una obligación. Suelen tener un precio algo superior, pero lo amortizarás rápidamente en tu factura de la luz.
Además, existen muchas consideraciones, como la existencia de un cierre de seguridad para niños, la posibilidad de programar el inicio, la flexibilidad a la hora de colocar bandejas y cestas, el sensor de ajuste de agua o los indicadores de abrillantador y sal. ¿Tienes dudas? Consulta nuestra guía de compra sobre los mejores lavavajillas, encontrarás toda la información que necesitas para decidirte.
Ha sido muy útil, porque mi lavavajillas me ha dado problemas y era por una avería en la correa. Gracias, equipo.